miércoles

Rodrich habla claro sobre Stein

Leí esto ayer y no puedo más que rebotarlo. Rodrich habla claro y directo.

Villa Stein avergüenza a la justicia 

Y constituye un obstáculo para la dignidad del PJ.

Es muy difícil que se pueda celebrar el día del juez en el Perú cuando alguien como Javier Villa Stein está sentado en su Corte Suprema deshaciendo y demoliendo los logros históricos que puede exhibir la justicia peruana en su camino complicado hacia la recuperación del prestigio que ha perdido gracias a muy fundadas razones.

Hizo bien, por ello, el presidente Humala en no asistir a la ceremonia por el día del juez realizada el sábado pasado, pues lo que Villa Stein –quien también estuvo ausente del evento– está consiguiendo, con sus fallos aberrantes, es destruir aún más la reputación escasa de la justicia peruana.

La última sentencia ha sido la de la sala penal de la corte suprema, presidida por Villa Stein, que estableció que los asesinatos del Grupo Colina no constituyen delitos de lesa humanidad, algo en lo que, sorprendentemente, estuvieron en desacuerdo tres de los cinco magistrados de esa instancia judicial.

A pesar de ello, la sentencia se aprobó consiguiendo que se beneficie a los criminales del Grupo Colina, así como a quienes fueron sus autores intelectuales, con reducciones de las penas, lo cual se ha anunciado ahora que va a ser utilizado por Alberto Fujimori para solicitar, por su parte, beneficios adicionales.

 Hay consenso amplio en la comunidad peruana de juristas en que dicho fallo no solo está equivocado sino que constituye una maniobra para sacarle la vuelta a la justicia con el fin de favorecer indebidamente a un grupo de personas que cometió crímenes gravísimos que merecían la máxima condena.

Es un fallo que presenta deficiencias por diversos lados, es especial si se considera la demostración hecha por el fiscal Pablo Sánchez de que sí acusó por crímenes de lesa humanidad. 

El problema con el magistrado Villa Stein es que tiene una trayectoria manchada por estar marcada por sentencias vergonzosas. Por ejemplo, solo para citar otro fallo reciente, el que permitió encubrir a los asesinos de Indalecio Pomatanta, el muchacho quemado por una patrulla de la marina.

Villa Stein está siendo investigado por el Consejo Nacional de la Magistratura y por el Congreso de la República, y ojalá que, si corresponde, en alguna de esas instancias se pueda conseguir una sanción ejemplar para él, incluida la destitución o la acusación constitucional.

Jueces como Villa Stein degradan aún más el prestigio de la justicia peruana y constituyen un insulto para los magistrados honestos, que los hay, que se esfuerzan por construir un poder judicial que sea un espacio digno y decente. Por ello, su salida de dicha institución sería muy positiva.