domingo

CARTA AL PERÚ, de Alberto Hidalgo



III

País donde las papas brotan sabiendo su misión.
    Donde la lectura de los tomates es fácil.
Donde el maíz declama sus estrofas sin equívoco alguno.
Donde la quinua desde niña cumple la exigencias del destino.
Donde las chirimoyas todos las saben de memoria.
Donde a pintar naturalezas muertas enseñan las manzanas.
Donde el pacae toca el piano de corrido.
Donde el algodón es posible enfrentarlo sin énfasis.
Donde las lúcumas encienden fogatas de perfume.
Donde la chicha da su opinión a los ríos.
Donde el azucar se paladea hasta en el saludo y la mirada.
Donde al mango se le succiona como a un lucero afrodisíaco.

País donde a lo incontinente lo sostienen los brazos.
Donde a la tierra le crecen alas desde Tacna hasta Tumbes.
Donde el valor es un artículo de primera necesidad.
Donde dan a los hombres soluciones los puntos cardinales.
Donde la evocación cae en un pozo para llenar de círculos el tiempo.
Donde al solo nombrarte se tiñen las mejillas de palidez patriótica.

País donde los médicos son tan buenos que curan a la muerte de sus enfermedades.
Donde los abogados defienden a los pleitos contra el afán del cliente por arribar temprano al resultado.
Donde los ingenieros proyectan los caminos que el corazón ya señaló a la vida.

País donde el color se nos ofrece a todos como caricia suave.
Donde se ve cómo te inclinas igual que un sauce sobre tu pasado.
Donde se ve cómo te yergues igual que un pino sobre tu presente.
Donde se advierte que el estado nació de caminar de no estar quieto.
Donde se ve a las hojas de otoño correr hacia ti como un regazo.
Donde se sabe que eres caudaloso como una calle estrecha.
Donde se abren los ojos como cántaros que prometes llenar de panoramas.
Y donde el porvenir se lo ve próximo como un vaso de vino.

XI

Oh país que en los ojos te reflejas igual que en una fuente.
Oh país de los días abundantes.
Oh país de las noches numerosas.

País con superpoblación de siemprelindas.
País que en los canarios ejecuta las más hondas guitarras.
País que ensaya primaveras en atención a sus deseos.
País que mira al universos como un balcón a un patios.
País que da la sensación de estar pisando en aire firme.
País al que la luz entra volando como una rápida azucena.
País que a las tormentas las sacude como si fueran campanarios.
País donde a los senos se les traduce sin dificultad.
País donde a la sombra de los besos se vive una palmera.
País que abre su espíritu como si fuera un puerto.
País que repesenta a la franqueza como a su pueblo un diputado.
País que se atribuye el firmamento como si fuese un águila.
País donde a los odios se los tiene a la mano cual revólveres.
País donde el paisaje en cuanto surge adquiere carta de ciudadanía.
País donde es  peruano el color del lenguaje en que se quiere.
País donde es peruana desde que nace hasta que muere el agua.
País donde es peruano hasta en las flores que lo dan el fuego.
País donde es peruana la propia cara de la tierra.

sábado

Marirís, de Feliciano Mejía


Publicado en año pasado, Marirís, es un libro donde Feliciano Mejía despliega todo ese poder que lo llevó a ser incluido en la ya legendaria antología de Oviedo, Estos 13. Para mejor seña reproduzco parte de la contratapa: 

"Se conoce como marirís o takinas o íkaros a los versos o cantos de sananción que son guía en el camino de la toma de remedios en la selva peruana; cantos que cantan los maestros o curanderos o chamanes en la búsqueda de salud o para vislumbrar el pasado, el presente o el futuro de los pacientes. Sobre una estructura textual fija el maestro agrega improvisaciones, según la enfermedad u objetivo del paciente, generalmente para guiarlo por el camino del ayawaska que, como sabemos, es una bebida alucinógena de carácter médico-mágico-religioso.

Feliciano Mejía fue tratado por el maestros Hildebrando en el año 1967 y ya después, y en varias oportunidades, por el maestro Agucho entre los años 1967 y 1985 en Pucallpa o May Ushín. El poeta utiliza estas experiencias para realizar gran parte de estos versos impresos..."


CHACONA DE SHEBA


Ríes con risa de pan,

piel de mi piel;
y guardas silencio de montaña
que mi vena y arteria
forjaron para ti
sumido en este mar pétreo
donde tú y yo habitamos...



MARIRÍ DE ARCO


Wimba, que tu sombra caiga y no camine sobre mí,

Wimba, árbol de mi corazón
Wimba, ojos de pajas y sarmientos,
Wimba, sonqoymi, kay puka punchaw, mana nanawachkanmi,
Wimba, torre del sol y del planeta,
Wimba, los ojos de la fiera son almendras de pus
              y sus dientes podridos
              quieren caminar por nuestras pieles, no, Padre,
Wimba, la sangre llegó a la noche para hacerla clarear:
              saquemos el fuete de Inkarrí,
Wimba, nuestras lágrimas se hacen diamante
              y los diamantes balas,
Wimba, devuélveme mi corazón,

AAyaaaauuuu, ayaaauuu...,

Yakaréeee, Inkarríiii!,

Wimba, mi pelos ya encanecen, por fin,

Wimba, desde el fondo de la noche, los ojos de mi amor
              miran y remiran las batallas
              que damos desde las lupanas,

Wimba, shussssss, Shusssss; ekaterán, ekaterán,


Wimba, mira el hondo de mi corazón azul,

Wimba, reloj de la laguna,
Wimba, kaypi, kachkani, puka runa, mana waúspa,
              llumpay, qatun,
              ichaqa Orqo,
              makiymi nima:
              Qamuniña, Papay, Mamay,
              puka sumaq paqñachallay,
              kutimuni..... Manan, manan:
              Ñuqa kaypi, kaypi kanti-kaypi kani.
              Maypitaq kan, yana uma?
              Maypi, aycha uma?
              Maypi kan, supay sonqo?
              Kuchuy kunkata, llyu qanra-qechua ullatapas,
qory wauqeycha Omaguamanta!!
              Sumaq puka inti qamusqaniña!!!!
              Takiy-takiy, tusuy-tusuy:
              Kay punchaw ñuqatapas kanga.
Wimba, sobre la tierra, una bandera nueva,

Wimba, jarash, jararash, 

                            iyaeiiiiieeeé, iyaeiiiiieeeé,

Wimba, solo tengo mi nombre

              y mi pueblo con su kushma o su poncho,
                    rotos, por ahora, por ahora.
Wimba, dime, ¿dónde vagan las hormigas negras?
Wimba, espaldas de lagunas de plata,

                             agogueeeee, agogueeeee,,


Wimba, ya viene el sol, ya los truenos lo anuncian.


          washsssss, washsssss,

    kiwishasha: uyariy muro pilpintucha, jaaassssh
Wimba, mi sangre es dulce y estalla,
Wimba, llego la vida
                                    por fin.