lunes

4 poemas de Stanley Vega (Cajamarca, 1972)


SOLO QUIERO DESPUÉS DE MUERTO

vivir navegando en la memoria de un ave.
Alimentarme de insectos
en tanto recorra las ramas
de una estación cualquiera.
Despiojarme las alas.
Beber agua turbia de los charcos
pasada la lluvia
y cagar
cagar mientras vuelo
sin pensar en mi última lectura
o el sentido de mis huellas
dejadas en esta existencia.
Solamente olvidando,
olvidando esta terrible idea de ser humano.




NO ES MI ROSTRO

al que nombran.
Ni es mi voz
a la que sus oídos
persiguen y atrapan
cotidianamente.
Estas no son mis carnes
como tampoco son estas
mis sonrisas.
Nadie supo de mí
en calles, burdeles,
parques o estaciones de bus.
La ciudad entera se mintió
sin siquiera conocer su mentira
No soy yo éste.
Yo soy aquel,
esa pequeña y distante figura
que acaba de perderse
bajo la sombra de la luna.



¡DESORBITACIÓN! ¡DESORBITACIÓN!

¡Digo desorbitación levantando la voz,
la barbilla hacia el cielo, abriendo los brazos,
comiendo aire a grandes zancadas!
Y la tierra precipitadamente se descuelga
luego de un estruendoso crujido
de articulaciones
en el cuello mismo de universo.
¡Esto es el fin!
¡Jaaaa-ja-ja-ja-ja-ja ttkuff!
Estiro los dientes para cogerme
de un árbol cuyas hojas son de papel
y aun prendido allí
no dejo de percibir en mis oídos,
patalean gritos de millones
y millones de terrícolas
que inusitadamente han salido
volando como moscas
hacia el tenebroso espacio.
Aquí los cielos son cachetadas oscuras
¿Adónde iremos a estrellarnos?
¡Y la tierra sigue cayendo! ¡Que siga cayendo!
Es una gota marroncita.
No, es un fabuloso testículo embarrado
que ya ningún endiosado individuo sostiene.
¡Vamos a morir!
¡Que la tierra vuele en mil pedazos
y yo muera cogido a estas hojas!



INSISTO EN PERMANCER

adherido a las ramas de la vida
Insisto en ser aquel musgo abandonado
que regocija su alma
con cada gota de lluvia
y que cuando llega la tarde
observa reptar a la penumbra.
hacia sus vistas.
Yo soy un muérdago solitario.
Crecí en el vacío.



Stanley Vega Requejo
(Cajamarca, 1972)
Nació en Santa Cruz (Cajamarca), pero reside desde muy pequeño en la ciudad de Chiclayo. Estudió Educación.
Ha publicado los poemarios Soliloquio de las Hojas (2003), Danza Finita (2009), Poemas para no aburrirse (2013) y Casa de mascotas (2014).

Actualmente dirige y edita la revista de ideas, creación y sociedad Entera Voz. Además, es director del sello editorial Prometeo Desencadenado. Estos poemas pertenecen al libro Inútil inventario (2002/2016).