MARGUERITE PORETE EXPLICA EL PROCESO QUIRÚRGICO POR
MEDIO DEL CUAL DIOS CONSIGUE ABSORBER A SUS AMADOS (A PARTIR DE WATANABE)
Luego del cortejo, realiza una pequeña incisión
en el alma. Enseguida
vierte la paz divina por dicho orificio
utilizando un embudo.
En cuestión de segundos, la sustancia gloriosa licua el alma
del amado hasta obtener un jugo muy dulce.
Finalmente, introduce con cuidado su hermosa probóscide
y succiona hasta dejar una esfera vacía.
LOS ASTROS SÓLO QUIEREN BAILAR EL VALS
Después de siglos de incertidumbre, los
humanos descubrieron que su propósito en el mundo era construir máquinas
que los libraran del trabajo.
Las máquinas, por su parte, no tardaron en comprender que tendrían que
encontrar un método para controlar a las plantas, con el fin de sacudirse la
opresión de los humanos.
Un grupo de plantas rebeldes drogaron a los ñus, para que al comerlos,
los grandes felinos enloquecieran y atacaran a humanos y máquinas por igual.
Cansados, los grandes felinos miraron al cielo y elevaron una plegaria
esperando que los astros lanzaran un rayo de muerte sobre la Tierra.
Los astros, como siempre, sólo quisieron bailar el vals.
SU TEORÍA HA DETECTADO UN PROBLEMA Y DEBE CERRARSE
Ayer quise escribir un poema llamado “Las margaritas mutantes de
Fukushima”
justo antes de dormir.
Me mordió la música
y luego la imagen
capaz de construir cientos de escenarios
poblados con belleza deforme
y peligrosa. Una metáfora perfecta
de la poesía (pensé).
Tenía ya la estructura del texto cuando descubrí que su extrañeza no se
debía a la
radiactividad
sino una condición del crecimiento llamada
fasciación por la que el meristema apical del tallo se alarga de forma
perpendicular en vez de crecer en un solo punto para generar las habituales
formas circulares.
Entonces todo se arruinó.
Quizás hay ciertas cosas de las cuales es
mejor no escribir
porque no dan para tanto
o las metáforas son máquinas inservibles.
Sólo sé que ahora mismo
las margaritas mutantes de Fukushima escriben
un poema
y encuentran justamente lo que quieren decir.
Luis Eduardo García (Guadalajara, México,
1984)
Es autor de Dos estudios a partir de la
descomposición de Marcus Rothkowitz (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012;
Libros Tadeys, 2015), Una máquina que drena lo celeste (Zindo & Gafuri,
Buenos Aires, 2014) y Armenia (Filodecaballos, 2016). Mantiene el blog pajaroslanzallamas.blogspot.mx
y es uno de los organizadores del archivo poesiamexa.wordpress.com